miércoles, 2 de febrero de 2011

La Manduca como en Azagra.

La Manduca en Azagra, Navarra, era un restaurante único. Tiene, como habrán podido imaginar, relación con el restaurante: La Manduca de Azagra en la calle Sagasta.  Los dueños navarros, Juan Miguel, Raquel y Anabel, llevaron a la capital lo que tan bien hacían en Navarra. Su especialidad, las verduras y su máxima, lo natural y sencillo primero. 
Voy a hablar de la versión madrileña que se situa en el Barrio Chamberí, en una zona en la que no hay restaurantes de este estilo ni de este nivel cerca por lo que considero que el enclave es perfecto.

Como he anunciado, las verduras son su especialidad. Además, traen dependiendo de la temporada las verduras directamente de la huerta de Navarra. Simplemente, impresionante el modo de cocinar las verduras desde: el cardo hasta las alcachofas pasando por las borrajas. Eso sí, si uno pretende ir fuera de temporada de verduras puede que sufra una decepción importante ya que los primeros merman y pierden calidad. 

Otra característica del restaurante es la decoración, el archiconocido arquitecto Patxi Mangado fue el encargado de realizar la obra y el espectacular interior  del restaurante que ha sido reconocido en diferentes certámenes.

Fuimos con las mismas ganas de comer la buena verdura que siempre y sabíamos que no nos iba a decepcionar, y así fue. Recomiendo que se pida unos cuantos platos de verdura para que se tenga un concepto de la cocina tradicional navarra y como lo hacen en este restaurante. Siempre que voy pido: los pimientos asados de cristal,  corazones de alcachofas (bien fritos, cocidos o rehogados siendo Top Metropoli 2008), cardo con borrajas, espárragos o ajetes tiernos, dependiendo de lo que Anabel me recomiende. Las anchoas son uno de los platos que no se puede salir sin probar. Los segundos son menos espectaculares que los primeros y la oferta es más reducida ya que suele oscilar entre: rape, merluza, kokotxas o lubina. Y de carne: cochinillo confitado, cordero en chilindrón, chuletón o solomillo plancha con salsa de vino viejo. Creo que prefiero los pescados cuando comienzo cenando verduras y sabores más suaves pero las carnes son una buena elección. Después de los segundos seguíamos pensando en los primeros cuando llegaron los postres que brillan con luz propia. Para mí las mejores torrijas que he probado en Madrid con seguridad. La torrija caramelizada con helado roza lo sublime y también la panchineta es excelente, pero yo me decanto por la torrija. Es más, es el único sitio donde pido dos postres iguales; no obstante es difícil acabarselos.
La bodega es muy extensa con predominio de D.O. Rioja y Navarros. También tienen vinos de otras denominaciones como: Priorato o Toro, e incluso vinos extranjeros. 


Se debe reservar con bastante antelación ya que no tiene muchas mesas y siempre está lleno. Es muy frecuente cenar con gente del mundo de la política o empresarios famosos de Madrid.


Como conclusión, es un restaurante de comida tradicional navarra o de mercado que uno no puede perderse en Madrid si es un aficionada a la buena verdura y a los sabores más naturales.


Valoración Personal.


Comida (15,50/20)
Vino (13,50/20)
Servicio (14,50/20)
Diseño y local (15/20)


La Manduca de Azagra


Calle Sagasta 14
Distrito: Barrio Chamberí
Horario: De Lunes a Sábado, mediodía y noche.
Teléfono: 915910112
Precio medio: 50 - 70 €


1 comentario:

  1. La decoración del local de un restaurante es un abrazo inicial. Ambiente y diseño se fusionan para crear una experiencia culinaria que cautiva, nutriendo el paladar y los sentidos.

    ResponderEliminar